lunes, 24 de julio de 2023

Día 7: FRANCIA - ESPAÑA

¡QUÉ FATALIDAD! Julieta, Rigodón, junto a nuestros niños y jóvenes han aparecido en París. No se dieron cuenta de que el billete estaba mal y no han conseguido llegar a España. Este imprevisto parece tener la firma de Zeta y, al estar durmiendo no se han dado cuenta de que iban en la dirección equivocada. Las esperanzas de llegar a tiempo por un momento se han disipado. Todos están preocupados porque no saben si, después de todo, van a poder conseguir ganar la apuesta.

Afortunadamente, Julieta conoce a la nieta de Renault y la ha llamado para pedirle ayuda. Ella le ofrece un coche, último modelo que está terminando de montar pero, a cambio, les pide que ellos le consigan una serie de objetos de su colección. Nadie ha dudado y todos han corrido a conseguirlos para hacerse cuanto antes con ese fabuloso coche. Pero... tienen que llevar cuidado porque Zeta sigue rondando por allí y no les gustaría que se enterara y les intentara volver a poner una trampa...

Finalmente, tras haber conseguido todos los objetos, han subido en sus coches y han puesto rumbo a España. Tras un viaje muy tenso, preocupados por llegar a tiempo podemos decir que todos juntos ¡HAN GANADO LA GRAN APUESTA! Nuestros acampados han conseguido llegar a tiempo, a pesar de todas las tretas de Zeta y de los imprevistos del camino.

Después de celebrar su éxito, han decidido perdonar a Zeta y no tenerle en cuenta su actitud para conseguir que no llegaran a ganar.

Para terminar, han puesto fin a su aventura con la entrega de premios de las diferentes competiciones deportivas y baile y han recibido las insignias de recuerdo del Campamento 2023 y como no podía ser, con una fiesta con música y mucha marcha.

A pesar de la tensión por llegar a tiempo, ha sido un día muy bonito y con mucho que celebrar. Por ello, al final del día, se han reunido juntos para dar GRACIAS a Dios por los momentos vividos, los amigos, las amistades nuevas, las religiosas y monitores que los han acompañado estos días, cada una de las actividades realizadas, que además de entretenerles les han ayudado a entrar en ellos mismos, por la gran familia que han formado estos días sin importar la procedencia ni la edad, por el sentir CALASANCIO que los une y lo más importante: lo CALASANCIAMENTE FELICES que han sido.

Cada uno de ellos se lleva el corazón lleno y ahora les toca compartirlo con quienes les esperan en casa. 

La gran apuesta acaba aquí pero todavía quedan muchas experiencias por vivir juntos.

¡Hasta el año que viene!